Raquel de Blas |
Madrid (EFE). – La secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro, asegura en una entrevista con EFE que España está en condiciones de acoger una nueva oleada de ucranianos ante la llegada de un invierno que será muy duro debido a la la falta de energía eléctrica y calefacción para los ciudadanos ucranianos.
Desde que estalló la guerra el 24 de febrero, más de 150. 000 refugiados ucranianos han llegado a España y se les ha otorgado protección de transitoriedad, que les promete y pinta permisos, una cifra que Castro no descarta ampliar porque el escenario en Ucrania es «incierto».
El secretario de Estado de Migraciones, que asumió el pasado mes de julio, analiza la reacción de la fórmula española de acogida ante el éxodo ucraniano, la nueva reforma de la normativa de extranjería que agiliza los trámites e integra al personal extranjero en el mercado laboral y el descenso de la inmigración.
Castro reconoce que al inicio de la guerra no se esperaba que fuera «una invasión tan larga» y que ahora el escenario de incertidumbre y cómo sería posiblemente el invierno y los ataques rusos a la infraestructura eléctrica del país hacen que los países europeos «se sientan “que es obligatorio estar preparados para la opción de una nueva llegada numerosa de refugiados.
«Estamos en condiciones de que esto suceda, lo que más nos gustaría es que cesara la injusta invasión de Ucrania», dice Castro, quien admite que el éxodo ucraniano ha puesto a prueba el sistema de acogida español, que «ha respondido bastante bien». «
Aunque las cifras no son comparables a las de los primeros meses de la guerra, siguen llegando refugiados a España -es el cuarto país europeo con mayor diáspora de ucranianos- y unos 20. 000 están en el sistema de acogida.
Castro defiende que, de momento, permanecerán abiertos los cuatro centros de acogida, asistencia y orientación (CRADE) de Pozuelo de Alarcón (Madrid), Málaga, Alicante y Barcelona, y los planes del Gobierno no pasan por la ampliación de este «único ventanilla de acogida» al resto de personas solicitantes de asilo en España, el secretario no excluye esta posibilidad.
“Es imaginable que en algún otro momento se extenderá a otras nacionalidades, pero ahora nos estamos enfocando en la atención que nos exige como gobierno recibir a más de 150,000 personas”, dijo.
En concreto, el ejecutivo autorizó la semana pasada un gasto extraordinario de 81,7 millones de euros en 2023 para desplazar a otras personas de Ucrania.
Además de gestionar el número de desplazados ucranianos, Castro considera «una buena noticia» la tendencia a la baja de las llegadas anormales de inmigrantes a España, que hasta el 15 de octubre se reducía un 21,5% respecto a igual época del año pasado, aunque «habrá que seguir trabajando».
El ritmo de llegadas empezó a ralentizarse a finales de marzo -hasta entonces, el aumento de la inmigración irregular era del 77%-, coincidiendo con la propuesta de España por Marruecos para la autonomía en el Sáhara.
Castro evita decir si el giro del Gobierno en el Sáhara ha sido imprescindible para implicar flujos migratorios anormales hacia España, dice que la política exterior española «es respetuosa con Marruecos y el resto de países».
«La colaboración con los países de origen y de tránsito, añadiendo Marruecos, es imprescindible para la inmigración anormal», dijo Castro, subrayando que el deseo del Ejecutivo es que otras personas no tengan que ser forzadas a pasar por canales anormales: «Ponen su vidas amenazadas y en un estado democrático no podemos permitirlo».
Desde Migraciones se muestran positivos con la reciente reforma de la normativa de extranjería que flexibiliza los procedimientos para la concesión de permisos de entrada y que, como gran novedad, permitirá a los inmigrantes indocumentados con dos años en España regularizar su situación si están capacitados.
“Somos optimistas, tendrá efectos en todo, como las pinturas básicas y los permisos de pintura. Es demasiado reciente para hacer un balance, entró en vigencia en agosto, pero estamos comenzando a tener un volumen significativo de solicitudes.
Nosotros que en unos meses haremos una valoración positiva”, vaticina el secretario de Estado.
No tienen una estimación de la plantilla que podrá salir de la economía sumergida con esta reforma, pero depositan «muchas esperanzas» en la figura del arraigo en la educación porque, creen, la hará imaginable. para «habilitar» a los españoles. Y «dará la posibilidad de vivir» a otras personas en una situación anormal.
Para facilitar la integración en el arduo mercado laboral de los extranjeros que se encuentran en España, se actualizan las cifras de arraigo laboral, social y familiar en esta reforma, que «no es una gran regularización de los inmigrantes», pero pretende » ofrecer verdaderas oportunidades de vida» a las personas.
“Tendremos que seguir con los cuadros sobre regular, ordenado y migratorio”, dijo Castro.
La reforma pretende tener un catálogo de ocupaciones con una política truculenta que permita una imagen más fiel de los deseos del mercado laboral, porque ahora se incorpora un trabajador extranjero si hay parados en España otros que se puedan formar.
Precisamente este lunes, en la comisión delegada para asuntos económicos se encuentra la propuesta de ampliar este catálogo a 31 oficios, todos ellos afines al sector de estructura, iniciativa impugnada a través de los sindicatos.
Edición Web: Rosa Corona