Para mantener una dieta saludable, se sabe, es imposible acompañar la comida con algo que no sea agua. Sino es agua, no será saludable
Y aunque otras personas son conscientes de que necesitan beber mucha agua al día, como aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay algunas dudas que surgen a la hora de comer.
Por un lado, hay argumentos a favor de beber agua antes de las comidas, para ayudar a perder peso. Por otro lado, algunos aconsejan beberla después del almuerzo o la cena, para favorecer la digestión.
Ambas posiciones tienen sus fundamentos, incluso si una resulta más débil que la otra. Aquí están las respuestas a una pregunta común.
Ya es muy popular el consejo de la OMS de beber unos dos litros de agua al día (unos 8 vasos) para llevar un estilo de vida saludable. Las dudas surgen a la hora de cada comida: ¿antes o después?
La Clínica Mayo de Estados Unidos asegura que «no hay razón para pensar que el agua diluye los jugos digestivos o interfiere con la digestión. De hecho, beber agua o después de una comida ayuda al organismo a descomponer y procesar los alimentos».
Agrega que «el agua ayuda a descomponer los alimentos para que el cuerpo pueda recibir nutrientes y también ablanda las heces, lo que ayuda a evitar el estreñimiento».
Algunos especialistas incluso recomiendan beber agua una hora después de cada comida, para ayudar en la digestión de los alimentos.
Aunque no tiene calorías, muchos recomiendan beber agua antes de las comidas porque proporciona sensación de saciedad y anima al usuario a comer menos.
Sin embargo, como han demostrado algunos estudios clínicos, esta sensación de saciedad es transitoria e inadecuada para contribuir a una dieta de adelgazamiento.
Otros estudios revelaron una pérdida de peso entre quienes tomaban agua antes de comer, pero esta solo tenía efecto en adultos mayores (los más jóvenes no experimentaron cambios).
Estas pruebas cuestionan las recomendaciones publicadas en las redes sociales que alientan a las personas a beber más del doble de agua de lo que recomienda la OMS. Además, el agua sale del abdomen temporalmente y por tanto la sensación de saciedad dura menos de lo esperado.
Por lo tanto, el mejor consejo consiste en tomar agua antes, durante y después de las comidas. Para llevar adelante una dieta equilibrada, lo importante es que el agua reemplace al vino o la cerveza, a las gaseosas azucaradas y a las aguas saborizadas.
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Número de edición: 10170, 7 de febrero de 2024
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