Pedro Sánchez y Quim Torra han iniciado la esperada reunión entre presidentes en el Palacio de la Generalitat pasadas las 12.05 horas. Los Mossos d’Esquadra, en formación de gala, han recibido al presidente del Gobierno en la plaza San Jaime (Barcelona), en cuyos alrededores se ha desplegado un gran dispositivo policial para controlar la seguridad. En momento del encuentro, Torra lucía su habitual lazo amarillo en la solapa. Por su parte, Sánchez lucía el de la Agenda 2030.
Tras recibir Torra a Sánchez a las puertas del Palacio, en cuyo balcón figura una pancarta en defensa de «la libertad de expresión» y que se exhibe para recordar a los condenados por el 1-O, los dos dirigentes se han dirigido a la sala de la reunión, a la que han accedido junto a sus equipos de negociación. Antes, han pasado revista a una guarnición de «gala» de los Mossos d’Esquadra. Ambos presidentes se han dado la mano a la llegada del presidente del Gobierno y, posteriormente, en la galería gótica, para la prensa.
Al iniciarse la reunión, según ha informado Presidencia de la Generalitat, el presidente autonómico catalán ha entregado a Sánchez dos libros. Uno, sobre los derechos humanos, de Lynn Hunt, titulado «Inventing Human Rights, A History», y otro, sobre poesía, «Llibertat i sentit», de Lluís Solà.
La expectativa del encuentro es alta y, unos minutos antes de iniciarse, desde La Moncloa han recordado que Sánchez defenderá ante Torra «una agenda para el reencuentro» centrada en varios ejes: «Diálogo político y regeneración institucional», «financiación autonómica», «mejora de la cooperación», «política social y apoyo a los servicios públicos», «impulso a las infraestructuras» y «apoyo ante catástrofes naturales».
Sin embargo, el objetivo del presidente de la Generalitat va dirigido a que el presidente del Gobierno se comprometa con la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña, la aprobación de una amnistía que deje sin cargos a los condenados por el 1-O y lo que el movimiento secesionista denomina «fin de la represión», que consiste en que las instituciones del Estado, la Justicia, principalmente, no actúe contra los actos ilegales de los independentistas.
Al margen del contenido concreto de los temas a tratar hoy, sobre la mesa de la reunión también está la posible fecha para el inicio de la mesa de diálogo entre gobiernos, pactada en su día por el PSOE y ERC para que Sánchez pudiera obtener el respaldo de los independentistas en la investidura. Esta mesa entre gobiernos es la apuesta de ERC y el PSOE para avanzar en un posible pacto de futuro, jugada política en la que Torra y JpC no confían.
La división en el mundo independentista también se ha mostrado, muy tímidamente, en los alrededores de la plaza San Jaime, donde en las calles adyacentes, desde minutos antes de la llegada de Sánchez, se han visto decenas de secesionistas protestando contra el Gobierno y en favor de la independencia de Cataluña. Uno de los cánticos más escuchados ha sido el que hace referencia a la inhabilitación de Torra: «Quim Torra, es nuestro presidente».