La marcha del Rey Juan Carlos ha vuelto a poner de manifiesto que el PSOE no se fia de su socio preferente, Pablo Iglesias. Carmen Calvo, el gurú Iván Redondo y el Jefe de Protocolo de la Secretaría General de la Casa de Su Majestad el Rey, Arturo Martínez han sido las personas encargadas de diseñar la estrategia de la marcha del Rey, proceso que comenzó a principios de julio. La falta de confianza del Gobierno en su socio ha llevado a que ningñun miembro de Podemos haya estado presente en las negociaciones. De hecho, desde la formación afirman que no sabían nada, “la huida del Rey no es una decisión que haya tomado el Gobierno en coalición, sino una decisión del PSOE en La Moncloa”, afirmaba ayer Irene Montero, ministra de Igualdad.
Este hecho es un ejemplo transparente de la desconfianza del PSOE hacia su socio. Ante el asombro de podemos, Pedro Sánchez dijo: «Tengo conversaciones discretas con el jefe de Estado, ahí es donde están. Como presidente del gobierno, lo que estoy haciendo es respetar la resolución de la Casa Real por todo lo que representa. «Las oficinas están reservadas, hay confidencialidad entre la Casa Real y yo». «Como Presidente del Gobierno, es mi deber respetar las resoluciones de la Casa Real y el momento de su resolución para hacer públicos esos temas».
Por su parte, Pablo Montesinos, vicesecretario de comunicación del PP ha afirmado que: «No puede ser que un Gobierno tenga distintas visiones sobre el mismo hecho. El Gobierno está dando mensajes contradictorios. Emplazamos formalmente al Gobierno de España a que ponga orden en su gabinete y desautorice a Iglesias». Pablo Casado también se ha pronunciado y ha calificado de lamentable la comparecencia del día de ayer de Pedro Sánchez: “Que el presidente Sánchez no defienda al Rey de los ataques intolerables de su vicepresidente. La responsabilidad de cualquier acción del Gobierno es suya, así como la de defender la Constitución de las amenazas de sus socios”.
La falta de confianza entre ambos partidos es un hecho que ha quedado bastante claro desde el minuto cero que formaron Gobierno. Ni Sánchez se fía de Iglesias, ni Pablo de Pedro. Aunque es normal que la desconfianza esté presente, ninguno de ellos son un aliado político de confianza, ni en España ni en el resto de Europa. El acercamiento de Pedro Sánchez a Ciudadanos y el rechazo a que Iglesias esté al tanto de la marcha del rey podrían darnos algunas pistas de los próximos movimiento del presidente. Recordemos que la política de la contradicción y de la conveniencia es algo intrínseco en el ADN de este Gobierno.
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