Cada botella lleva el escudo de armas del conde Coventry, que vivió en Worcestershire a fines del siglo XVII. Se cree que las vasijas con incrustaciones de oro se hicieron entre 1665-1670, informa la edición especializada en venta de antigüedades Antiques Trade Gazette.
El experto de la casa de subastas BBR, Alan Blakeman, contó: «El JCB [empresa constructora] estaba cavando una zanja para poner cimientos».
Cuando la primera ‘pieza’ brilló a la luz del sol, el trabajador se detuvo para ver de qué se trataba. Lo sacó y los demás estaban allí, solo quedaba limpiarlas de arcilla. «Es increíble que no los hayan dañado».
Se cree que las botellas fueron hechas para George Villiers (1628-1687): segundo duque de Buckingham y segundo conde de Coventry. Villiers poseía tres tiendas de vidrio y estaba interesado en la producción de este material.
Sin embargo, se consideran como otros de los posibles dueños: George Coventry, tercer barón de Coventry (1628-1680) y a Thomas Coventry, primer conde de Coventry tras la segunda creación del condado.
La empresa constructora que encontró y desenterró las botellas las entregó a BBR Auctions para su subasta en Elsecar, Yorkshire del Sur. Estas reliquias fueron valoradas en unas 20,000 libras (unos 26,000 dólares) y se venderán en tres subastas.