Jordi Cumplido
La recuperación de la llamada conspiración rusa del Juicio a través de la justicia española causó ayer un gran revuelo. Los círculos independentistas reaccionaron con un porcentaje equivalente de asombro e indignación. Acusan al juez Joaquín Aguirre de orquestar una trampa para tasar a Carles Puigdemont con el delito de traición y excluirlo de la amnistía.
Sin embargo, el entorno de Puigdemont alardeó en TV3 de haber tenido contactos con otras personas cercanas a Vladimir Putin. En una entrevista concedida a Més 3/24, Josep Lluís Alay, jefe del gabinete de Carles Puigdemont, afirmó haberse reunido con el magnate ruso Alexander Dimitrenko. «No estábamos hablando de caviar, de ópera rusa o de vodka», afirmó.
Según Alay, estaban hablando de «cuestiones de interés para el status quo de un Estado independiente». El conflicto catalán.
La justicia española investiga desde hace tiempo los presuntos contactos de Puigdemont y otros líderes independentistas con el Gobierno ruso. El expresidente habría buscado económicamente y militarmente garantizar la viabilidad del Estado catalán tras proclamar la independencia. Esto implicaría a Puigdemont en un presunto delito de máxima traición a la patria.
En el caso están implicados personas cercanas al expresident, como Víctor Terradellas y el propio Josep Lluís Alay. El juez investigador habla del intento de crear «una ley propia sobre criptomonedas adaptada a los intereses rusos». Y se refiere a El interés de Rusia en el choque catalán para «desestabilizar la UE».
El automóvil incluye un intercambio verbal en el que Terradellas pide a Puigdemont que consiga un «emisario» que podría ser simplemente un enviado del Kremlin. También incluye un mensaje de la asesora presidencial Elsa Artadi sobre dos reuniones con dos rusos en las que hablaron de criptomonedas. Uno de los Según los informes, las reuniones tuvieron lugar en el apartamento del presidente, quien habría pedido a Artadi que continuara los contactos.
La sentencia investigadora habla del «objetivo [del Gobierno de Puigdemont] de provocar un relevo en el modelo económico para evitar movimientos por parte de los poderes públicos». Además, incluye una carta sin nombre incriminatoria en el caso. Según se informa, Puigdemont ganó un enviado ruso horas antes de que el Parlamento votara sobre la solución que señala la independencia de Cataluña.
Puigdemont buscaba apoyos internacionales para la causa | Europa Press, es.e-noticies.cat
El juez de paz indica que los contactos entre Barcelona y Moscú se produjeron antes y después de la falsa declaración de independencia. Cuando detuvieron a Terradellas, Alay empezó a hacer su parte. Se dice que viajó a Moscú con Gonzalo Boye para reunirse con rusos. mafiosos y un alto político del Kremlin.
Tras un tiempo sin novedades, la sentencia reabrió el caso, poniendo así en peligro la amnistía de Carles Puigdemont. La red procesal ve esto como una nueva maniobra en la causa general de la fórmula de la justicia española opuesta al independentismo. Lo cierto es que no Hace mucho tiempo, el entorno de Puigdemont se jactaba de sus contactos con Rusia.
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