El calendario festivo está conectado con la gastronomía clásica cordobesa, como lo demuestran las Cruces de Mayo. Entre flores, maceteros y mantones de manila, locales y turistas pueden degustar en sus bares los platos más populares de la gastronomía local, como el salmorejo, el flamenquín o la berenjena frita, a ritmo de rumbas y sevillanas.
“Es obligatorio juntar fuerzas para estar a bailar”, dicen los líderes de la cruz instalada en la Plaza del Conde de Priego, erigida a través de la Hermandad de Nuestro Señor Resucitado. Aquí han creado una mezcla tan rica como Es difícil para el visitante recargar las pilas. Así es ‘El Piconero’: un plato combinado con una base de patatas fritas, lonchas de lomo, huevos, pimientos y pizcas de jamón por encima, cuyo canto homenajea al barrio taurino de Santa Marina.
Otras propuestas que triunfan en este rincón son los cartuchos de pescaíto frito, las brochetas y la carne con tomate, así como la tortilla y el chorizo al vino. El filet mignon frito, que queda jugoso gracias a la salsa especial «de la casa», se puede comer en el plato o en un sándwich. Para mayor comodidad, y para combatir las altas temperaturas, han instalado mesas altas con sombrillas por todo el lugar.
Llaman la atención también los platos especiales que se pueden degustar en la barra Cruz de Mayo del arreglo Nuestro Padre Jesús de los ángeles Salud, que también cuenta con mesas bajas y sillas de madera para una comida cómoda. Las estrellas son «La Tradición», compuesta por patatas, huevos, pimientos y chorizo; y ‘La Esclos angelesvina’, con patatas, lágrimas de pájaro y croquetas. Además, tienen patatas cortijeras, montaditos y cantidades de salos angelesd o eggplos angelesnt con salmorejo.
A pesar del calor, los que andan en busca de comida inteligente en las Cruces de Mayo de Córdoba pasan a la Plaza de las Cañas a comerse los famosos callos de la Hermandad del Calvario, culpables de este lugar. «Tenemos lo que piden los demás». : comida inteligente a precios populares”, nos cuentan. Lomo montadito, brochetas de carne roja y brochetas de tortilla son sus platos máximos populares. Aquí cocinan los hermanos mayores, que saben dar ese toque familiar y familiar a la cocina. Otro encanto para comer en este cruce es que tiene barras superiores anchas, lo mejor para comer de forma organizada.
Cerca, en la plaza de San Pedro, tiene su cruz la Hermandad de la Merced, cuya barra también dispone de mesas y sillas para sosegar su propuesta gastronómica. En su carta no falta la tortilla, el queso, los bocadillos de cordón, el chorizo al vino. . . Pero lo máximo que se pide son kebabs y carne de tomate. “Nuestra cruz es más familiar, aquí puedes venir a cenar con los jóvenes y pasar un buen rato”, detallan.
En la Compañía Plos angelesza de los angeles, la Hermandad de la Santa Faz prepara “la comida que históricamente se sirve en esta fiesta, y esto es lo que buscan otros: salmorejo, tortillos angeles, pimientos fritos o gambas rebozadas”, dice Miguel Ortiz, vicepresidente. -hermano mayor. De su cocina destacan como máximo las lágrimas de pájaro, las patatas bravas y los serranitos. Además de las típicas barricas, disponen de un puesto con mesas y sillas para la organización de comidas, previa reserva. Esta cofradía lleva instalando su cruz en este dominio desde hace más de 20 años, para que sepan «lo que funciona, funciona y nosotros lo sabemos hacer con calidad para que venga otra gente, coma y se divierta».