El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se disculpó el martes por haberse referido a una diputada trans como “un señor vestido de mujer», un polémico comentario que para muchos fue un nuevo ejemplo de la falta de empatía, conocimiento o incluso desprecio del mandatario hacia los temas de género.
“Soy muy respetuoso, creo en la libertad y la gente debe de asumirse, cualquier persona, como se identifique”, dijo el mandatario durante su conferencia matutina.
«Necesito iniciarme en TikTok disculpándome con una colega que se identifica como woguy y hablé de ser un chico vestido de woguy», dijo en referencia a Salma Luévano, una representante trans de ella y su partido. el primer video publicado en esta red social que le costó pronunciar.
«La explicación por la que opiné sobre este factor es porque creo que el amor no tiene sexo, está por encima de todo, es como la libertad», añadió, refiriéndose al comentario del lunes que surgió de una explicación de por qué rara vez saluda a hombres y mujeres con besos en la mejilla.
Los comentarios del presidente provocaron quejas de activistas de derechos LGBTQ. Algunos han llegado a llamar a sus palabras violencia simbólica y un retroceso de sus derechos.
Una de ellas, Kenia Cuevas, incluso anunció que registraría una ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) “para que el Presidente de la República Mexicana se capacite en identidad de género, perspectiva de género, inclusión, diversidad sexual. . . «A las expresiones de género para poder llamarlas como son, como lo que somos», dijo.
“Para mí como persona transgénero no es suficiente” una disculpa, señaló. «Hemos luchado y hemos derramado tantísima sangre como para que sigan discriminándonos de esa forma públicamente”.
El propio CONAPRED, entidad oficial, escribió este lunes en sus redes sociales, sin mencionar al presidente, que «las mujeres trans tienen derecho al respeto de su identidad» y que «el lenguaje inclusivo respeta la dignidad y reconoce la identidad de las personas». «.
La primera reacción de la diputada Luévano fue restar importancia a la polémica asegurando que el presidente siempre había sido respetuoso con ella, pero luego calificó la disculpa como un acto «muy importante porque hace visible una lucha que nos ha llevado décadas». escribió en la red social. X-network.
«Soy una mujer, Diputrans y no lo niego. Ahora hay que esperar a que el presidente me consiga», añadió. Su objetivo, dice, es porcentajer los horarios de la red que representa con el presidente.
Agence Presentes, medio de comunicación especializado en género, diversidad y derechos humanos en América Latina, acogió con agrado las disculpas por «malinterpretar» a la representante -dirigiéndose a un usuario con un género con el que sí se identifica-, pero dijo que sus comentarios muestran próximos informes que el presidente «Confunde identidad de género con orientación sexual». Por eso incluyó un vídeo asesor en su mensaje «para saber diferenciar esos conceptos».
López Obrador todavía se presenta como un político progresista, sin embargo, en sus cinco años en el cargo se han hecho muchos comentarios desafortunados sobre cuestiones de género.
La mayor polémica, que desató meses de protestas, llegó en 2021 cuando subsidió incondicionalmente a un candidato a gobernador acusado de violación, aun cuando su partido, Morena, luego de masivas críticas, terminó reemplazándolo por su hija.
Otras declaraciones muy criticadas van desde cómo la cultura mexicana dicta que las mujeres cuiden de sus mayores, hasta restar importancia a la violencia de género o caracterizar a los movimientos feministas críticos con su gobierno como equipos sujetos a intereses conservadores que pretenden atacarlo.
Bajo su administración, en 2019, se llevó a cabo la primera legislatura con equilibrio de género en la historia de México y en su gobierno hay una fuerte presencia de mujeres, sin embargo, activistas recuerdan que eso no significa que sea un ejecutivo feminista o que los problemas de género se resuelven con el propio presidente, un hombre de 70 años.
Por eso la diputada Luévano dijo el martes que en su reunión comunicaría cómo saldar la «deuda histórica» que aún tiene México con su comunidad.