Al final de una escala estatal en Rusia esta semana, el presidente chino, Xi Jinping, se despidió de su homólogo ruso, Vladimir Putin, diciendo: «Se están produciendo cambios que no han ocurrido en cien años. Cuando estamos juntos , nosotros impulsamos esos cambios». Estoy de acuerdo», respondió Putin.
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El intercambio es un momento infrecuente y estelar en el que el líder chino se escucha de manera casual en una pequeña organización que suena como la revelación más productiva de su pensamiento. El mundo está presenciando grandes cambios; China necesita dar forma a un nuevo orden global que sea más favorable a sus intereses, y Rusia es un cónyuge vital para lograrlo.
Es en este contexto en el que se inscriben los documentos firmados a instancia del. A continuación, EL PAÍS propone una interpretación del significado de uno de ellos, el máximo aplicable en una perspectiva geopolítica global.
La Federación Rusa y la República Popular China, en lo sucesivo denominadas las «Partes», afirman lo siguiente:
Rusia-China en el cuadro de asociación global y cooperación estratégica, entrando en una nueva era,
El incipit ya especifica con la referencia a una «nueva era» que las partes que lo global se encuentra en una fase de trascendental reposición de equilibrios geopolíticos. Putin advirtió en octubre de 2022 que lo global «enfrenta una frontera histórica, la máxima peligrosa, impredecible y década vital desde la Segunda Guerra Mundial”. A juicio del líder ruso, estamos ante un enfrentamiento entre “valores tradicionales y valores neoliberales”.
han llegado al punto en su historia y continúan creciendo sin descanso gracias a los esfuerzos constantes de cualquiera de las Partes.
Es cierto que en la década de Xi en el poder, la relación bilateral ha experimentado un gran impulso, y la industria entre China y Rusia ha superado el 116%. El año pasado, con la guerra en curso, superó el 34,3% para lograr 190. 000 millones de dólares en 2022 (unos 177. 650 millones de euros). En el mismo año, la industria de productos entre Estados Unidos y China ascendió a 690. 000 millones de dólares.
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Las dos partes tensan que las relaciones entre Rusia y China, si bien no constituyen una alianza militar y política similar a las alianzas que existieron durante la Guerra Fría, son temibles a la clásica cooperación interestatal, no tienen un carácter de bloque o confrontación, y no están dirigidas frente a terceros países.
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