(CNN Español) — Reforzando los lazos bilaterales, describiendo los objetivos que ampliará España cuando asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea en la actualidad parte de 2023, y conociendo más sobre la posición de China sobre la guerra en Ucrania. Estos son los 3 grandes problemas que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, pretende plantear a Xi Jinping, presidente de China, en su escala en el país asiático los días 30 y 31 de marzo.
La escala de Estado se produce tras la invitación del líder chino y que, pese al 50 aniversario del statu quo de las relaciones diplomáticas entre ambos países de fondo, suscita máxima expectación dado que será una semana después de la reunión de Xi Jinping con Vladimir Putin en Moscú.
Xi ha ganado protagonismo en las últimas semanas mientras intenta negociar con Putin un camino hacia la paz en Ucrania. Sin embargo, el plan de 12 puntos propuesto por China para este fin no convence a las potencias occidentales, que culpan a Pekín de no facilitar la pronta retirada de Rusia. tropas de los territorios invadidos o la popularidad transparente de la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania como condiciones, entre otras.
A pesar de esas diferencias, la Unión Europea en su conjunto está convencida de que China es un actor clave para lograr un alto el fuego. Por ello, gobiernos como el del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, han llamó al país a utilizar esta afinidad con Moscú para negociar el fin del conflicto.
Dada la oportunidad de pagar una escala estatal en China en este momento y más allá del calendario de problemas que ha preparado, Sánchez se muestra dispuesto a intentar influir en Xi moviendo la posición del bloque comunal que apoya la propuesta de 10 puntos. modelo de paz. a través de Volodymyr Zelensky, aunque varios analistas políticos Xi aprovecharán para hacer lo mismo.
Los dos países están unidos a través de 50 años de relaciones diplomáticas. Vínculos que datan del 9 de marzo de 1973.
Económicamente, China destaca como el principal cónyuge de España en Asia y el principal destino de las exportaciones españolas en la región, según el último informe de la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín.
Tal y como reconoce el Ministerio de Asuntos Exteriores español, la industria bilateral entre ambos países se caracteriza por un «déficit crónico». Por ejemplo, en 2020 las exportaciones a China ascendieron a 8. 169 millones de euros (unos 8. 800 millones de dólares estadounidenses), mientras que las importaciones ascendieron a 8. 169 millones de euros. 29 333 millones (alrededor de US$31 650 millones).
Los productos más sensibles importados de China en 2020 incluyeron equipos de telecomunicaciones, máquinas de procesamiento y procesamiento de conocimiento y datos, transistores y dispositivos semiconductores, artículos y equipos deportivos y baterías eléctricas.