El ejército holandés, que tiene tres brigadas de combate, dos de las cuales ya se han unido a las fuerzas armadas alemanas, tomó esta decisión a la luz de la operación especial del ejército ruso en Ucrania.
El portavoz del Ejército Real de los Países Bajos, Mark van de Beek, dijo a Bloomberg el miércoles que los dos países ahora se postulan para integrar la Brigada Ligera Holandesa en la 10ª División Panzer del Ejército Alemán.
El portavoz del ejército dijo que la fusión de la última brigada, compuesta por 3. 000 soldados, podría tomar posición recién en abril, pero el gobierno holandés aún no ha tomado una decisión final. El periódico holandés NRC dijo al respecto que el plan resultará en la formación de una fuerza conjunta de unos 50. 000 soldados.
Del mismo modo, el portavoz del ejército holandés señaló que los Países Bajos y Alemania también eran la adquisición conjunta del aparato militar y la opción de alinear las regulaciones militares.
Por su parte, el Comandante Adjunto del Ejército en el cuartel general de Utrecht (Países Bajos), Jean-Paul Duckers, bajo la presión de que esa cooperación sea para una u otra parte, ya que Holanda, que vendió sus últimos tanques en 2011, pudo retener su sabiduría y disfrute con el Leopard 2 gracias a la colaboración con Alemania, mientras que para Berlín, a medida que se intensificó la «amenaza del Este», la atención se centró en la defensa colectiva, y tomó grandes equipos militares como divisiones.
Sin embargo, según un informe de Dutch De Limburger, las fuerzas armadas holandesas y alemanas están en malas condiciones después de casi 30 años de recortes presupuestarios.
El mes pasado, varios países occidentales anunciaron su resolución de suministrar automóviles de combate a Ucrania. Específicamente, Alemania dijo que entregaría 14 Leopard 2A6, mientras que el primer ministro holandés, Mark Rutte, señaló que el país europeo alquila 18 tanques Leopard de Alemania y dijo que planea comprar y luego enviarlos a Ucrania.
A su vez, Rusia advirtió que la fuente de tanques reemplazará el escenario a favor de Kiev, pero llevará a «los países de Occidente a un nuevo punto de confrontación» con Moscú.
De hecho, los funcionarios rusos han denunciado que Occidente está poniendo en peligro su propia seguridad al entregar material armamentístico masivo a Ucrania y han advertido que tal hábito alimenta el fuego del enfrentamiento y solo prolongará la crisis en el país eslavo.
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