Conflicto de Madrid (EFE).
Estas diferencias («matices», como lo llamó Sánchez) quedaron de manifiesto en la comparecencia que ambos protagonizaron en el Palacio de la Moncloa tras su reunión con varios de sus ministros a instancias del presidente brasileño a España.
La postura de Lula sobre la guerra en Ucrania ha sido criticada tanto por la Unión Europea como por Estados Unidos y el gobierno de Zelensky porque pone a los dos bandos en pie de igualdad y por criticar el hecho de que enviar armas a Kiev aviva el problema. .
Buscó despejar dudas al recalcar con Sánchez que desde el inicio de la violación de los derechos de Ucrania por parte de Rusia, Brasil la condenó.
Pero de entrada dijo que «es inútil» decir quién tiene o no razón y que lo vital es impedir la guerra porque sólo así será posible la discusión.
Su objetivo, según insistió, es juntar una organización de países que son parte del Consejo de Seguridad de la ONU en lo que él llama el «G20 de la paz» en un intento por terminar la guerra.
Estaría «encantado» de que España formara parte de esta organización de países, pero Sánchez no se pronunció al respecto. Ante la interpretación de que sus vacaciones en Europa (que incluían a España y Portugal) suavizó su queja de la UE sobre Ucrania. , volvió a confiar en que su posición fue la misma en todo momento.
«Brasil para ingresar una zona de paz. Y espero que esta posición sea transparente porque en todos los países me piden lo mismo», agregó. Aunque asume que Ucrania es el país invadido, lamentó que ni Kiev ni Rusia den en.
Además, cuando le preguntó si Crimea o Donbass creían que eran territorio ruso o ucraniano, se rehusó a decidir.
Según él, no tiene sentido hablar de paz y por eso considera obligatorio ubicar una organización de países que estén en condiciones de hacerlo.
Lula entendió la posición europea ya que es en este continente donde se asienta la guerra y afirmó que si algunos de sus países tienen frontera con Rusia, Brasil está «a 14. 000 kilómetros».
«Por eso estoy en una posición más cómoda. Digo si estoy en contra o a favor. Todos estamos en contra de la guerra, pero la guerra está ahí y ahora falta la negociación», agregó, antes de criticar el ONU por haber convocado ya una consulta especial para tratar este tema.
Sánchez agradeció a Lula su implicación en la búsqueda de la paz en Ucrania y su interés en formar un grupo de países que tengan este objetivo.
«España y Brasil necesitan lo mismo, la paz, y para que esa paz sea duradera y justa, es que nos impliquemos todos, que nos conformemos con los principios básicos del derecho extranjero y la Carta de Naciones Unidas como se respetan, tales como integridad territorial y un orden exterior basado en reglas», añadió.
Pero luego asumió las diferencias: «Podemos tener matices. Los tengo relacionados con algunas de las cosas que dijo el presidente Da Silva».
Por eso, pidió que en esta guerra no haya un agresor, Rusia, y otro agredido, los ucranianos, que bajo la presión de que lo que hacen es luchar por su soberanía y libertad nacional.
Además, considera que para alcanzar la paz es que se escuche la voz de Ucrania y se tenga en cuenta la propuesta de paz de su presidente, Volodímir Zelenskiy.
El presidente de Brasil defendió el cese de hostilidades como una «apertura de vías de diálogo» para facilitar una solución negociada.
«Sin un alto el fuego, no es imaginable continuar», advirtió Lula da Silva, partidario de la creación de un foro de países para anunciar la paz, una propuesta que ha causado malestar en la UE y Estados Unidos, creyendo que adopta una posición equidistante entre las dos partes en conflicto.
En su discurso en el Palacio Real de Madrid antes del almuerzo ofrecido por los Reyes, el presidente brasileño expresó su «condena» a la invasión rusa iniciada en febrero del año pasado y defiende «la Carta de las Naciones Unidas y el derecho con el objetivo de preservar la paz».
«Necesitamos abrir canales de discusión que no obstaculicen los resultados presentados a través de la diplomacia», dijo Lula da Silva, para quien su país y España se decantan por «un orden extranjero fundado en el derecho extranjero con el objetivo de preservar la paz».
El Rey valoró este miércoles la defensa de la paz del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al defender la soberanía nacional y la integridad territorial de Ucrania de la «injustificable» agresión de Rusia como base para lograr un «acuerdo duradero». » paz.
Felipe VI estableció este cargo antes del almuerzo ofrecido con la reina Letizia en el Palacio Real de Lula da Silva y su esposa a instancias de su primer funcionario en España en su nuevo mandato.
Felipe VI se refirió a la guerra de Ucrania, sobre la que el presidente brasileño propuso crear un foro de países para anunciar la paz, de centrarse en proceder a armar a los ucranianos, como están haciendo la UE y EEUU.
“Apreciamos aún más la defensa clásica que ha hecho Brasil de la paz”, ha dicho el rey en presencia del jefe de Gobierno, Pedro Sánchez, y parte de una decena de ministros.
Sin embargo, el monarca añadió: “Para que esto sea sostenible, tendrá que estar fundado en el respeto al derecho extranjero y a sus principios máximos y valiosos, los de la soberanía nacional y la integridad territorial. Por ello, España ha rechazado con firmeza y constancia la agresión injustificable en todos los foros extranjeros”.